En paralelo a la investigación por violación y abuso en contra de una subalterna, la Fiscalía ya cuenta con análisis que establecen que la ruta del dinero en efectivo que usaba el exsubsecretario no tiene asidero en su sueldo. Es decir, no hay coincidencia entre sus giros mensuales y el nivel de vida que costeaba con "billetes", por lo que su formalización por malversación de caudales públicos está cada vez más cerca.